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La industria ve oportunidades en nichos desatendidos por los servicios financieros tradicionales.

Pese al panorama económico mundial, México continúa como un mercado atractivo para el sector de las financieras tecnológicas o fintech, debido a que se ve un área de oportunidad para atender al segmento no bancarizado.

En el marco de la presentación del “IV Congreso Latinoamericano de Innovación, Banca Digital y Tecnología (CLIBT) en la Ciudad de México”, su presidente ejecutivo, Juan Carlos Arcila expresó, en entrevista, que en el sector fintech mexicano se ha visto beneficiado por el marco regulatorio aunque destacó que, debido al contexto económico mundial, se actúa con cautela.

“Estamos en un proceso global que afecta a todas las economías, eso podría afectar el desarrollo de algunas fintech, en comparación con instituciones financieras tradicionales que sobrevivieron durante crisis pasadas”, reconoció el directivo.

Además, las tecnologías financieras colaboran cada vez más con entidades tradicionales, eso va a ayudar para que puedan sobreponerse a un momento tan complejo”, aseguró Juan Carlos Arcila.

El ejecutivo explicó que pese a las complicaciones la industria ve oportunidades en nichos desatendidos por los servicios financieros tradicionales, indicó que la regulación generó expectativa en el país y benefició el desarrollo de nuevos emprendimientos.

Las fintech siguen creciendo en el país, de acuerdo con la firma Legal Paradox, existen alrededor de 852 empresas involucradas en el mercado fintech nacional.

Además, la pandemia significó una ventana de crecimiento para el sector ya que permitió un crecimiento en el uso de los servicios, a raíz de ello México ocupó el primer lugar en adopción para pagos electrónicos en América Latina, según el Índice Global de Adopción de Fintech 2019 de EY.

Sin embargo, Arcila expresa que el panorama actual invita al sector a plantearse nuevos objetivos y aprender de lo acontecido en otros países.

“Las fintech empiezan a autorregularse, habrá una serie de cosas que debamos tener todos en común para poder trabajar y tener reglas de juegos medianamente claras para todos. Además, se ve una alianza entre las empresas de países que ya cuentan con una regulación, se inclinan hacia colaboraciones gremiales, en ese sentido la industria no será como la banca tradicional”, explicó.

 

FUENTE: El Economista

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