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Rumbo a un retador 2024, las áreas de Capital Humano tienen la oportunidad de preparar sus estrategias de atracción y retención de personal considerando los intereses y necesidades expresadas por el talento, sin comprometer la productividad.

Vivimos en una época de cambios profundos en el mundo del trabajo. México, como parte de este escenario global, no es ajeno a estas transformaciones. El reciente Estudio de Remuneración 2023-2024 de PageGroup revela datos importantes sobre algunas tendencias a considerar respecto a la dinámica laboral en el país en el corto plazo.

A medida que examinamos estos hallazgos, surge un cuadro complejo que plantea preguntas importantes sobre el equilibrio entre la productividad y el bienestar de los trabajadores. A continuación algunos de los temas que dominarán la conversación en el planteamiento de estrategias de capital humano durante el resto del año y en el 2024.

» 1. Semana laboral más corta

Uno de los más notables es el creciente interés en la implementación de una semana laboral de cuatro días. Casi el 90% de los mexicanos anhela una semana laboral más corta, con la promesa de un mejor equilibrio entre su vida y el trabajo. Es comprensible, después de todo, ¿quién no querría disfrutar de más tiempo libre para estar con la familia, amigos o dedicarse a sí mismo? Sin embargo, lo que es deseable para los trabajadores se convierte en un desafío para las empresas.

El 62% de los encuestados no ve realista la idea de una semana laboral de cuatro días. Sus preocupaciones son válidas, y uno de los principales temores es el impacto en la carga de trabajo para los empleados y el aumento de costos en la operación. La pregunta esencial aquí es si estos trabajadores podrían verse obligados a alargar sus jornadas durante los días hábiles para cumplir con todos sus compromisos profesionales.

Pero al mismo tiempo se vislumbran beneficios tangibles para los empleados. La conciliación entre la vida laboral y personal es una necesidad cada vez más apremiante en el mundo actual, y este cambio podría proporcionar esa tan anhelada flexibilidad que, en consecuencia, desembocaría en mayor productividad.

De hecho, la productividad es un factor clave en este debate y el 68% de los empleados cree que una semana laboral de cuatro días tendría un impacto positivo en su eficiencia. Aquí se plantea una pregunta fundamental: ¿acaso la satisfacción y el bienestar de los empleados pueden traducirse en mayores niveles de productividad? La respuesta parece apuntar hacia un sí rotundo.

» 2. El salario como prioridad

Por otro lado, el salario sigue siendo una prioridad para los trabajadores, incluso por encima del balance de vida, la flexibilidad, el crecimiento profesional y la cultura organizacional. El 20% de los colaboradores opina que su salario no es competitivo en el mercado laboral; el 38% cree que sus responsabilidades no corresponden con su salario y el 23% siente que su salario no ha aumentado considerando la inflación.

Esto es un factor crítico en la exploración de nuevas oportunidades laborales. El 93% de los empleados afirma que un aumento salarial sería el principal motivo para considerar una oferta de trabajo diferente. Esto subraya la influencia que el salario tiene en la toma de decisiones de los trabajadores y la necesidad de mantener niveles competitivos.

El 78% de los empleadores planea aumentar los sueldos el próximo año, el 12% aún no ha decidido y más de la mitad de quienes lo harán sólo planean aumentos modestos de entre 5 y 6 por ciento. ¿Serán suficientes estos incrementos salariales para satisfacer las expectativas de los empleados? La respuesta no es sencilla, pues se necesita una combinación de medidas que aborden tanto la cuestión salarial como otros aspectos del entorno laboral.

» 3. Una cultura para todos

La diversidad, la equidad y la inclusión (DEI) son temas que también emergen. El 77% de las empresas considera importante implementar y fomentar una cultura de diversidad e inclusión. Sin embargo, casi el 20% muestra indiferencia hacia estos temas, lo que destaca la necesidad de sensibilización y comprensión sobre su impacto positivo en las compañías.

La implementación efectiva de políticas DEI es esencial, y contar con profesionales que guíen su creación y ejecución puede marcar la diferencia. Las organizaciones deben ir más allá de las buenas intenciones y adoptar medidas concretas para promover un ambiente laboral inclusivo y equitativo.

» 4. Tecnología aplicada

La tecnología también juega un papel destacado en la transformación laboral. El 66% de los empleados utiliza nuevas tecnologías para mejorar sus operaciones, y la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una herramienta clave. No obstante, su implementación debe ser cuidadosa y estratégica.

Una inversión inteligente en tecnología, junto con la capacitación adecuada para su uso, puede contribuir significativamente a la reducción de la insatisfacción laboral y la alta rotación.

El 80% de los empleados se considera preparado para utilizar nuevas herramientas tecnológicas, lo que demuestra que la fuerza laboral está dispuesta a adaptarse a las tecnologías emergentes. Las organizaciones tienen la oportunidad de invertir en la formación necesaria para aprovechar al máximo estas herramientas y mejorar la satisfacción y la productividad de sus empleados.

Sin duda, el equilibrio entre la productividad y el bienestar de los trabajadores es un desafío crucial. La reducción de la jornada laboral semanal, la insatisfacción salarial y la importancia de la cultura DEI apalancada con tecnología son algunas de las tendencias más destacadas que están forjando el mercado del trabajo. Estos hallazgos deben servir como un llamado a la acción para todas las partes interesadas en el mundo laboral mexicano, ya que juntos podemos forjar un futuro más prometedor y equitativo para todos.

 

FUENTE: El Economista

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